Cada año, aproximadamente unos 135.000 vehículos sufren algún tipo de percance relacionado con el robo en España. De ellos, unos 15.000 son vehículos comerciales. Y es que, aunque esto va a sonar mal, los daños a los vehículos industriales suponen seguramente un coste adicional con respecto a un turismo, es decir, consecuencias como volver a comprar la mercancía robada, cerraduras forzadas, vehículo de sustitución… son para muchos nuestra herramienta de trabajo, y serán algunos de los efectos secundarios que nos vamos a encontrar en los próximos días al percance del robo.
Tomando algunas medidas de seguridad, la mayoría de ellas muy básicas, podremos salvarnos alguna que otra ocasión de pasar un mal día.
DISPOSITIVOS TELÉMATICOS.- Muchos fabricantes ya incorporan de serie en los vehículos un sistema de localizador GPS, que además de tener el vehículo localizado constantemente, nos ayudan en muchos otros factores como por ejemplo consumo de combustible, prevenir averías, excesos de velocidad, planificación de rutas más eficientes, etc. etc… Pero si tu vehículo no lo tuviera, se puede instalar sin problemas con una batería externa o al sistema eléctrico del propio vehículo. Un consejo, muy importante, intenta que no esté de forma visible, la mayoría de los maleantes ya saben que lo puede tener y seguramente lo buscarán para desconectarlo.
HACKEO A DISTANCIA DE LA LLAVE CON MANDO.- Es conocido como el ataque «ROLLJAM«, y a los piratas les basta con comprar un kit básico de venta en internet. Con ello podrán impedir que el propietario pueda abrir el vehículo ni por supuesto arrancarlo. En teoría, esta técnica perversa se podría evitar si lleváramos la llave envuelta en papel de aluminio, cosa que creo que nadie hacemos. También he leído que meter la llave en el frigorífico sería otro sistema anti ataques, pero creo que esto tampoco lo hacemos.
CIERRES.- Las cerraduras de seguridad especiales dificultan muchísimo la apertura forzosa de la zona de carga de los vehículos, y éstas no pueden ser hackeadas. Fijaos en la siguiente foto como han intentado abrir la puerta trasera de forma brutal y no lo han conseguido.
También podemos reforzar los cierres del vehículo con el sistema llamado «SLAMLOCKS«, que bloquean automáticamente las puertas cuando cerramos de golpe.
Si los vehículos van siempre cargados con herramientas, es conveniente disponer de un inventario de las mismas, que por supuesto ha de ser revisado periódicamente, si podemos, estaría bien marcarlas con el nombre de la empresa, de esta forma es más difícil colocarlas en el mercado de artículos usados. Si contamos con herramientas especiales o de mucho valor, entonces hay que plantearse la instalación de unas cajas de almacenamiento seguras.
LUNAS.- Si la zona de carga es acristalada, por supuesto no hay que dejar nada a la vista, cuesta muy poco poner un vinilo en los cristales, o aún mejor, una reja que no permita el acceso a la zona de carga en caso de rotura de luna.
También es aconsejable llevar una mampara de separación, de esta forma si se accede a la cabina, evitaría el acceso a la parte trasera.
Como he comentado al principio del post, siguiendo estos consejos y si tan solo en una ocasión hemos evitado el destrozo y el hurto, pues ya habremos conseguido algo positivo. Pero para seros sincero, cuando he estado indagando por google y me he dado cuenta de lo fácil y accesible que es hackear, pues me he quedado bastante sorprendido.
Así que esperemos que los fabricantes y sus ingenieros sigan siendo tan efectivos para innovar en tecnología de los vehículos, pero a la vez en demostrar la forma de que sea infranqueable.
Después del mal cuerpo que se me ha quedado, voy a dejar una pincelada para los maleantes…
«SI VAIS A ROBAR, HACERLO BIEN» El Dioni, ahí lo dejo…